mejora que la eficiencia o que supondrían una mejora
de la misma. En este sentido, se explicita la necesidad de
incrementar la capacidad de elaboración de fiscalizacio-
nes operativas, orientadas en primer lugar a conocer si
los proyectos del NSIP son económicamente eficientes y
si sirven realmente a alcanzar objetivos relevantes para
el conjunto de la OTAN.
Las relaciones entre el IBAN y el Consejo son tam-
bién objeto de tratamiento en el informe de la organis-
mo fiscalizador holandés. En este sentido se advierte
con preocupación que se limitan a la mera formalidad
y resalta la necesidad de reforzar la comunicación entre
ambas instituciones, para lo que propone dos acciones:
que el IBAN se haga más visible ante el Consejo, al mis-
mo tiempo que sugiere que éste proponga al Colegio de
Auditores la realización de determinadas fiscalizacio-
nes.
Finalmente se aborda la cuestión de la transparencia.
Pese a considerar un avance que los informes anuales
del IBAN sobre la OTAN y el NSIP se publiquen desde
2005 y 2006, respectivamente, se sigue insistiendo en la
necesidad de que el IBAN publique su plan estratégico,
su programa anual de trabajo y las fiscalizaciones ope-
rativas. El argumento que esgrime el fiscalizador holan-
dés es que la rendición de cuentas (
accountability
) y la
transparencia apuntalan la efectividad de la fiscalización
externa.
4. LA VISIÓN DE LOS
STAKEHOLDERS
Ante la combinación de crisis económica, necesidad
de reforma de la OTAN expresada por algunos estados
miembros y demandas de cambio en el propio IBAN
formuladas por algunas EFS, el Consejo de la OTAN
acordó en 2012 la elaboración de un estudio en profun-
didad con el fin de “fortalecer la función de auditoría
externa de la OTAN”, para lo que requería de recomen-
daciones concretas que surgieran de la identificación y
análisis de diferentes opciones para que se incrementa-
se la efectividad, eficiencia y economía de la actuación
del IBAN. El presidente del IBAN llega a señalar que
el objetivo fundamental del estudio es la generación de
ahorros en los costes de la fiscalización externa (IBAN,
2013), por lo que no es de extrañar que entre las alter-
nativas consideradas en el estudio se encontrase la ex-
ternalización de los trabajos de auditoría que venían
siendo desarrollados por el IBAN.
Para la realización del análisis conocido como
busi-
ness case
se constituyó un grupo de trabajo y un comité
de dirección. Durante el ejercicio 2012 y los primeros
meses de 2013 se realizaron los estudios que incluyeron
una minuciosa exploración de la posición que tenían
respecto al IBAN los distintos grupos de interés exis-
tentes. A tal fin, se estudió la posición de las delegacio-
nes de los países miembros de la OTAN, de los equipos
internos de auditores de la propia organización, de los
miembros del ya mencionado comité de dirección del
estudio y de las EFS de los países miembros.
La información recogida en el documento publicado
del
business case
pone de manifiesto el interés de todos
los países miembros en la redefinición del IBAN, aun-
que las posiciones entre países presentaban diferencias
notables. Al mismo tiempo, debe señalarse que, a pesar
de las reiteradas alertas realizadas por el fiscalizador ho-
landés, solo participó la mitad de las entidades de fisca-
lización superior que podían haberlo hecho.
El análisis de las opiniones de los grupos de interés
puso de relieve fortalezas y debilidades en el funcio-
namiento del IBAN. Entre las primeras se encuentra
la independencia, la imparcialidad, la profesionalidad,
el conocimiento de la organización de la OTAN, y la
capacidad para asegurar las condiciones de seguridad.
También expresaron su confianza en las fiscalizaciones
financieras y de cumplimiento. La identificación de las
debilidades apunta hacia el retardo en la culminación de
las auditorías respecto a los hechos fiscalizados, la nece-
sidad de reforzar la calidad y cantidad de las auditorías
operativas y la mejora de la calidad de los informes de
fiscalización.
La reivindicación de “mejora en la calidad de los in-
formes de fiscalización” hace referencia a cuestiones for-
males, no de fondo, como la redacción y orientación de
los propios informes. En este sentido, se insiste en que
los documentos deberían estar orientados al uso y a la
actuación concreta, que deberían superar el contenido
estrictamente financiero y abordar aspectos que caen en
el ámbito de las auditorías operativas. La necesidad de
incrementar el número de fiscalizaciones operativas es
constante en la posición de todos los grupos de interés.
Estos grupos califican como necesario la incorpora-
ción de cuestiones nuevas, como prestar más atención
al seguimiento por las entidades fiscalizadas de las reco-
mendaciones realizadas por el IBAN, hasta el punto de
que se sugiere la necesidad de que se informe periódi-
camente al Consejo acerca de este punto. Asimismo, se
recoge la reivindicación de transparencia, que tiene su
traducción en la necesidad de publicar todos los infor-
mes de fiscalización que no estén clasificados.
El
business case
dedica un apartado específico al es-
tudio de las alternativas de provisión de la función de
fiscalización externa a la OTAN. Después de un análisis
detallado, se descartó la posibilidad de una provisión
externa de los trabajos de fiscalización, ya fuera desa-
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Noviembre nº 70 - 2017
AUDITORÍA Y GESTIÓN DE LOS FONDOS PÚBLICOS