necesidad de incrementar la transparencia también es
una preocupación recogida en el documento.
Especialmente relevante es la valoración de alternati-
vas a la provisión de la necesaria fiscalización indepen-
diente y externa. Se valoraron diferentes modalidades
de externalización, incluso a EFS de países miembros,
pero finalmente se optó por una reorganización del
IBAN que reforzó su independencia y abordó cambios
en el régimen del personal.
Las conclusiones del
business case
, junto a las cuestio-
nes de naturaleza técnica identificadas en el
peer review
se trasladaron a una nueva Carta, aprobada en 2015. El
reforzamiento de la independencia del IBAN es una de
las cuestiones centrales de la nueva Carta, que se ma-
nifiesta en aspectos que abarcan desde la elección del
Presidente del Colegio de Auditores, hasta la capacidad
presupuestaria y de ordenación del gasto. La Carta tam-
bién amplía las funciones del IBAN e incorpora de for-
ma explícita la adopción de las normas internacionales
de fiscalización elaboradas por INTOSAI y la realiza-
ción de fiscalizaciones operativas. La relevancia que se
concede a este tipo de fiscalizaciones no solo se mani-
fiesta en este aspecto, sino que dentro del mecanismo de
rendición de cuentas del propio IBAN ante el Consejo
se incorpora también la realización de un informe anual
de auditorías operativas. Asimismo, la Carta recoge la
necesidad de dar transparencia a la actividad del IBAN,
para lo que se articula un mecanismo que intenta alcan-
zar el equilibrio entre la necesidad de no comprometer
aspectos de seguridad y la de dar publicidad a la mayor
cantidad posible de informes de fiscalización, como ele-
mento que contribuye reforzar la confianza en el Cole-
gio de Auditores, al tiempo que facilita la introducción
de las recomendaciones realizadas y que tienen como
finalidad mejorar la gestión y, en definitiva, la eficacia
los mecanismos de control propiamente dichos.
Por su parte, el Plan Estratégico 2015-2019 del Co-
legio de Auditores establece como prioridad la reor-
denación de los recursos del IBAN para dedicar por lo
menos un 25 por ciento de los recursos a la elaboración
de fiscalizaciones operativas sobre materias que revistan
interés a los países miembros. La consecución de este
objetivo en un escenario de congelación presupuestaria
requiere de una estrategia de continuo desarrollo profe-
sional y de adquisición continuada de las habilidades y
los conocimientos necesarios por parte de las personas
que integran el equipo del IBAN.
Los resultados del proceso ya han empezado a per-
cibirse. Así, las disposiciones para reforzar la transpa-
rencia se adoptaron antes de la aprobación de la nueva
Carta, que las consagra de forma definitiva. De la mis-
ma manera, y aunque aún queda camino por recorrer, el
incremento de los recursos destinados a fiscalizaciones
operativas es un hecho. Por otra parte, se percibe un es-
fuerzo la orientación más práctica de los informes de las
fiscalizaciones financieras y de cumplimiento.
En definitiva, el IBAN ha iniciado un interesante ca-
mino de transformación de sus objetivos y formas de
trabajo con el fin de ser más útil no solo a los integrantes
del Consejo, sino a la sociedad en su conjunto.
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Auditoría Pública nº 70
(2017), pp. 55 - 64
La transformación de entidades de fiscalización superior: El caso del Colegio Internacional de Auditores de la OTAN